23 octobre 2017

Frag. de Oceanario


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Escribir, dejar
que un barco se hunda y sumergirse
en un mundo que desconoce la lluvia,
justo en la frontera
donde el río cede a un mar que lo olvida.

Detenerse
largamente
en el instante de la inundación.

*
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A.M.P

24 juillet 2017

Frag. de Oceanario

I

Van y vienen a sangre fría
a pulso ciego.
Desde la espina
articulan el resto de su cuerpo
e inician un fino y perpetuo movimiento
de ola mansa a la deriva
de ola mansa
en un fondo sin orilla.

El mundo es un inmenso desfile
de paisajes nocturnos,
quebrados,
paisajes obligados en sus ojos sin párpados.
Instante a instante viven respirando
por la herida
en su costado.

A veces
suben la mirada y anclan sus pupilas
en el fragmento de un destello refractado.
Líquida
la luz
encandila
su silencio áspero.

Nuestros peces sueñan
mucho más que un pestañeo:
anhelan saltar muy alto y comenzar
una larga conversación con el sol.

*
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A.M.P

24 avril 2017

Interrupción

Ejercer una mínima e irreversible desobediencia a la vida.
Un tránsito invisible
irreparable.
Un silencio absoluto e infinito
entre dos instantes.

Acá
demasiado cerca de mí
imagino tu último pestañeo:
un presente puro, sin otros
(sin nosotros)
sin espacio, sin tiempo,
ni siquiera ya un infierno
donde quemarse o doler funde un sentido.
Acá imagino
mil laberintos para tus pensamientos;
a veces te salvo
y a veces…

Ahora está oscuro, tengo tanto miedo
que para cruzar a fondo esta tormenta
hago de la cordura un mástil y me ato fuerte
para no perderla.

*
*

A,M.P

26 janvier 2017

Fragmento de una despedida

Fue pasando el tiempo y de alguna extraña manera también yo fui haciéndome el hábito de que no estés alrededor. Hace tres años no podía pensar la posibilidad de olvidar algo, y llené mil hojas de  descripciones de tus gestos, tus abrazos, tu voz. Hace tres años volvíamos del entierro y yo te pensaba como si fuera a verte el domingo cuando nos juntáramos a tomar mate y me dijeras una receta que yo nunca anotaba porque total… ibas a hacerla el domingo siguiente y yo confiaba mucho más en tus manos.


Hoy tengo planes para este domingo porque ya hace tiempo entendí que no voy a verte. Que todas las recetas que no anoté las perdí, como perdí también (a pesar de las mil hojas) tanto de tus gestos, tus abrazos, tu voz. Hoy ya sé que no hay escritura donde pueda guardarte, ni foto donde entres completa, ni memoria donde ir a buscarte. Sólo tengo mi propio cuerpo, atravesado por tus cuidados, tus caricias, tus retos… Por silencios oceánicos y complicidades infantiles. Por tu risa contagiosa y por todas las historias que sé de mí sólo porque vos las traías a la mesa mientras condimentabas la ensalada. Un cuerpo que hace tres años me gritaba desesperado nunca, nunca, nunca más. Un cuerpo que hoy celebro y abrazo porque es donde más cerca te tengo.