24 juillet 2017

Frag. de Oceanario

I

Van y vienen a sangre fría
a pulso ciego.
Desde la espina
articulan el resto de su cuerpo
e inician un fino y perpetuo movimiento
de ola mansa a la deriva
de ola mansa
en un fondo sin orilla.

El mundo es un inmenso desfile
de paisajes nocturnos,
quebrados,
paisajes obligados en sus ojos sin párpados.
Instante a instante viven respirando
por la herida
en su costado.

A veces
suben la mirada y anclan sus pupilas
en el fragmento de un destello refractado.
Líquida
la luz
encandila
su silencio áspero.

Nuestros peces sueñan
mucho más que un pestañeo:
anhelan saltar muy alto y comenzar
una larga conversación con el sol.

*
*

A.M.P